Un alto porcentaje de personas,
por no decir casi todo el mundo, hemos seguido una dieta en algún momento de
nuestra vida, bien algún régimen prescrito por un profesional cualificado o
bien cualquier “milagro” a la moda. A lo largo del año, hay dos momentos en los
que ponemos especial atención en nuestra alimentación y nuestro cuerpo: los
buenos propósitos de enero tras los estragos de las Navidades y la “operación
bikini” en primavera se suceden año tras año. La lista de dietas milagro y de
moda crece, a pesar de que tienen un índice de fracaso muy alto, porque no son
personalizadas.
Nos marcamos un objetivo y unos
nuevos hábitos alimentarios y de vida, en muchas ocasiones poco realistas, y
empezamos muy motivados… Tenemos claro
qué cosas comer, sabemos cuándo y cuánto comer, como prepararlo y combinarlo… Pero
enseguida tenemos sensaciones negativas, tanto físicas como emocionales, y tiramos la toalla, buscando excusas para no
seguir (y a veces ni para empezar).
¿Qué es lo que falla? ¿Qué más
necesitamos?
El Coaching Nutricional no es una dieta, no es una nueva forma de
adelgazar o quitarnos esos kilos que nos sobran; es primero aceptar y conocer
nuestro cuerpo y conseguir cambiar, corregir y mejorar nuestros hábitos
alimenticios para mejorar en salud, tanto física como psíquica y emocional, y
que este esfuerzo nos funcione a largo plazo.
Llevar una alimentación saludable
es, además de saber qué comemos, ser conscientes de los beneficios y perjuicios
de lo que nos llevamos a la boca, saber marcarnos unos objetivos realistas
aceptando nuestro cuerpo, diferenciar el “hambre física” de “hambre emocional”,
saber gestionar el estrés y la ansiedad por la comida, ser constantes en unas
pautas de vida sana y disfrutar llevándolas a cabo.
¿Has hecho dieta alguna vez y
cuando has conseguido tu objetivo has vuelto a los hábitos que tenias antes de
hacer el régimen? ¿Te pones excusas para no empezar a hacer una alimentación
que cuide más tu cuerpo y a la vez te lamentas por ello?
Cuéntame las
dificultades que te encuentras para llevar una buena alimentación.