¿COMEMOS MÁS DE LO QUE NECESITAMOS?

Pensemos hoy en las sensaciones y pensamientos que tenemos cuando vamos a un restaurante a comer…. A menudo, con sólo leer la carta, no sabemos qué pedir pues nos apetece todo. Primeramente nos pueden servir un aperitivo y el pan, que inconscientemente empezamos a pellizcar. Al fin pedimos unos entrantes y un plato principal. Comemos despacio y distendidos, saboreando y disfrutando. Quizá probemos del plato de nuestro acompañante.

La sensación de saciedad ha dado tiempo de que llegue a nuestro cerebro, pero se nos apetece terminar con un postre. Total, “un día es un día”…

En casa nos sucede que repetimos el plato, apuramos hasta “no dejar ni un grano” y repartimos las sobras. Aunque nuestro cuerpo nos de señales físicas de que estamos saciados nuestra mente nos anima a seguir....

Tenemos que ser conscientes de lo que comemos, de que nuestro cuerpo ha obtenido lo necesario y que tiene que digerirlo, que no es la última vez que vamos a comer, que no ocurre nada (ni solucionamos el hambre en el mundo) si en la mesa ha quedado un trozo de carne, una croqueta o medio plátano….

Hay que educar el ojo para ver y recordar lo que nos hemos servido.  ¿Has hecho recuento alguna vez de lo que has comido a lo largo del día? Cuéntame tus experiencias, me interesa mucho tu opinión.